Desde el pasado 1 de julio, la Unión Europea establece una nueva regulación de IVA. Entre las medidas están el fin de la exención del IVA a la importación de productos que no superen los 22 euros de precio para los aranceles sobre los paquetes importados de orígenes no comunitarios, que luego requerirán el despacho de aduana, el pago del IVA y, según los umbrales nacionales, los derechos de aduana y la consolidación de un único umbral común a todas las ventas a distancia.
El objetivo es el de unificar el proceso y evitar pérdidas de ingresos con respecto a las obligaciones tributarias.
Se diferencian dos cambios en dicha regulación. El primero responde a un nuevo umbral único en toda la UE. A partir de ahora, el IVA a aplicar será el del país de origen de las ventas a distancia, cuando éstas no superen un total de 10.000 anuales. A partir de esa cantidad se aplicará el IVA del país de destino.
Por otro lado, se eliminará la exención del IVA para la venta de bienes de escaso valor, que hasta el momento declaraba exentos aquellos que tuviesen un valor igual o inferior a 22 euros.
Junto con las nuevas regulaciones fiscales, la UE ha establecido el sistema de ventanilla única de importación (IOSS) para que los consumidores paguen el IVA directamente en el momento de la salida.
El límite de 22 euros se eliminará debido a una ola de protestas de los comercios con sede en la comunidad europea ante la avalancha de compras en línea desde China, que los coloca en una desventaja competitiva dados los bajos precios.
Sin embargo, algunas compras en línea desde el extranjero seguirán ingresando a la UE sin necesidad de pagar cargos. Los productos con un valor inferior a 5,23€ quedan exentos, ya que no se recauda el IVA inferior a 1€.
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