El puerto de Róterdam, recibe cada año 468,7 millones de toneladas de mercancías que se cargan y descargan en este emblemático puerto.
Su centro de coordinación del puerto es el encargado de planificar barcos, otorgar los permisos de atraque, vigilar las mercancías peligrosas y liderar la respuesta ante emergencias que puedan sucederse. Para ello cuentan, sobre el agua, con cuatro grandes patrulleras y, en tierra firme, de un amplio equipo humano que utiliza tecnologías de geoposicionamiento y aplicaciones de monitorización en tiempo real para seguir a cada uno de los buques.
Cuentan con 350 kilómetros de fibra óptica, estaciones de radio y Wifi 6 en todo el puerto, con una red de misión crítica. Además, disponen de 260 cámaras que permiten vigilar distintos puntos de la infraestructura, a las cuales añadiremos inteligencia artificial en un futuro para ayudar a las inspecciones y labores de prevención.
Se prevé que en los próximos años sea una smart capaz de acoger al primer buque autónomo. El puerto de Róterdam ha diseñado un gemelo digital de todas sus instalaciones, con el fin de intercambiar datos con los propios buques, pero también con trenes y camiones, infraestructuras fijas, drones y operarios. Todo ello conectado gracias a la red 5G, procesado por medio de la inteligencia artificial y protegido criptográficamente con llaves cuánticas.
El proyecto más innovador del puerto de Róterdam se llama Contenedor 42. Consiste en un ambicioso proyecto por el que se busca que los contenedores de carga estén constantemente conectados a internet, desde que salen de su origen hasta que lleguen a destino. Eso implica tener una trazabilidad completa de su camino, antes de que se monten en los barcos y hasta que se descarguen en la base logística final.
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