El transporte de frutas y hortalizas no ha podido evitar los efectos de la crisis sanitaria. El impacto se ha producido tanto en sus volúmenes, como en la imposibilidad de planificación y en la rentabilidad, en un sector que ya ha visto caer a empresas en los últimos años por las fuertes tensiones entre los costes y las tarifas. Ahora, la paralización de la industria en Europa y el cierre de Horeca en el continente ha aumentado el GAP (Buenas Prácticas Agrícolas) entre las cargas de exportación y los viajes de retorno, lo que ha multiplicado los Km en vacío y provocado una caída generalizada de los precios.
Una mejora de la eficiencia, aumento de la productividad y la optimización de los costes serán claves a la hora de abordar el presente año en este sector que anotaron una caída del 3% en la facturación por tráficos de frutas y hortalizas durante el año 2020.
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