La recuperación económica del mundo tras la caída provocada por la pandemia de covid-19 se ha topado con un enorme obstáculo: las tensiones crecientes en la cadena de suministros global que podría prolongarse más allá de lo previsto.
Los cuellos de botella en la cadena de suministro han provocado la escasez de toda una serie de bienes y un aumento astronómico de los costes de envío, que están haciendo subir los precios al consumidor, resaltó el FMI.
La crisis de la cadena de suministro podría durar hasta 2023 si los gobiernos no toman medidas para resolver el colapso logístico en todo el mundo, según ha asegurado Jeremy Nixon, el CEO de la compañía Ocean Network Express, una de las principales del sector del transporte marítimo de mercancías en una entrevista a Financial Times.
«Los controles fronterizos y las restricciones de movilidad, la falta de disponibilidad de un certificado de vacunación global y la demanda reprimida por estar confinados en casa se han combinado para una tormenta perfecta en la que la producción mundial se verá obstaculizada porque las entregas no se realizan a tiempo, los costos y los precios aumentarán y el crecimiento del PIB en todo el mundo no será tan sólido como resultado», escribió Moody’s Analytics.
«La cadena de suministro mundial es muy frágil y depende tanto de un marinero como de un camionero para entregar mercancías», afirmó Stephen Cotton, secretario general de la ITF.
En este contexto de tensión sobre las cadenas de suministro globales aparece otro elemento de preocupación: las crisis energética y del gas que ya está golpeando en diferentes partes del mundo y que puede tener efectos en la economía.
A la volatilidad de la demanda global tras la reapertura de la actividad económica después de meses de confinamiento hay que sumar la escasez de conductores y transportistas que afecta al sector del transporte por carretera en EEUU, Reino Unido y la Unión Europea y las ausencias laborales vinculadas a contagios de coronavirus entre los empleados de los puertos más colapsados.
Este hecho supone una amenaza para el suministro global de productos justo al inicio de la principal temporada de compras del año, en la que el Black Friday el Cyber Monday, y los regalos navideños ponen a prueba la resistencia de las cadenas de suministro, lo que podría generar este año aumentos de precios o incluso escasez de algunos productos con elevada demanda.
El CEO de Ocean Network Express ha señalado la necesidad de que los gobiernos de todo el mundo aumenten sus inversiones en incrementar la capacidad de sus puertos, ferrocarriles, espacios para almacenamiento de mercancías y rutas de transporte por carretera criticando que no está detectando mejoras en ese terreno y augurando que un colapso en el verano de 2022 en Norteamérica podría prolongarse hasta principios de 2023.
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