Los hábitos de consumo modificados debido a la pandemia del COVID-19 ha disparado las ventas a través del comercio electrónico, en este sentido, la gestión de las devoluciones emerge con un factor diferencial para los operadores del canal on-line.
Se estima que los consumidores devuelven uno de cada tres productos comprados a través de Internet, incrementándose en el periodo desde el Black Friday hasta las rebajas en la que la tasa de devolución puede rondar el 50%, con lo que las facilidades en las políticas de cambios y devoluciones son una ventaja competitiva para fidelizar a los consumidores.
Ante este escenario, la logística inversa cobra protagonismo en un aspecto crítico en la estrategia, que puede suponer un aumento desmesurado de los costes perjudicando así la experiencia del cliente. Ante esta circunstancia, las empresas apuestas por inventarios digitalizados, haciendo uso de tecnologías como el Big Data, o analíticas avanzadas que son capaces de automatizar los procesos y aumentar así la eficiencia permitiendo un ahorro en costes.
A su vez, la integración de flotas con vehículos sostenibles, o el uso de drones u otros vehículos autónomos, serán los elementos que modificarán la movilidad del futuro y favorecerán el proceso de logística en el comercio electrónico.
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